Muchas personas se preguntan qué diferencia hay entre neurólogo y neurocirujano cuando sufren problemas de espalda y tienen la necesidad de acudir a un especialista.
Lo cierto es que la neurocirugía y la neurología tienen a confundirse, ya que ambas especialidades se dedican a diagnosticar y tratar patologías del sistema nervioso central.
Sin embargo, ambas tienen diferencias que son clave a la hora de realizar los tratamientos. Si tenemos en cuenta que los problemas y dolores de espalda son una de las causas más comunes de visita al médico, y que a menudo provocan bajas laborales o incluso incapacidad permanente, es importante tener claro cuál es la diferencia entre ambas disciplinas para saber a quién acudir en caso de necesidad.
¿En qué se diferencia un neurólogo de un neurocirujano?
Esta confusión que existe entre ambas ramas es muy común, y es normal si no estamos familiarizados con terminología médica. Sin embargo, aunque ambos profesionales se centran en todo tipo de trastornos del sistema nervioso central (cerebro, músculos, nervios, médula espinal…) incluyendo las patologías de la espalda y la columna vertebral, los dos trabajan de distinta manera y con enfoques diferentes.
De hecho, la principal diferencia entre neurocirugía y neurología está en el modo en que ambas disciplinas tratan las dolencias del sistema nervioso central. Los neurólogos se dedican a prevenir, diagnosticar y tratar las posibles patologías, que van desde una migraña, el estrés o el insomnio, hasta una neuralgia, pérdidas de memoria, o enfermedades degenerativas como el Parkinson.
Un neurocirujano está capacitado para tratar las mismas dolencias, pero además se diferencia del primero en que puede tratar enfermedades y lesiones que requieran de cirugía, tales como traumas y tumores craneales, hernias discales, fracturas y lesiones de la columna, epilepsia, estenosis vertebral, etc, según nos explica el Doctor Kelvin Piña, un conocido neurocirujano especialista en columna vertebral.
Es decir, un neurólogo puede diagnosticar a un paciente y recetarle tratamientos a base de fisioterapia o con medicamentos, y darle una serie de pautas y consejos para mejorar su dolencia de cabeza o columna. Pero si su problema requiere de una intervención quirúrgica, el neurólogo derivará al paciente al neurocirujano para que éste le realice la operación necesaria.
Conclusión: ¿a quién acudir?
Lo cierto es que ambos profesionales son muy parecidos en cuanto a su capacidad de diagnóstico, si bien la diferencia se hace evidente en cuanto a que el neurocirujano está más especializado y tiene una capacitación superior (son más años de estudios y de preparación), que le permite llevar a cabo tratamientos más complejos y especializados o que incluso requieran pasar por quirófano.
Por tanto a efectos prácticos, si tenemos dudas sobre a quién acudir y no queremos tener que visitar dos consultas diferentes, parece mejor opción acudir directamente a un neurocirujano, ya que éste va a poder realizar el mismo diagnóstico que el neurólogo e igualmente determinar el tratamiento más adecuado para la dolencia del paciente, disponiendo además de un conocimiento y una especialización mayores que las de un neurólogo.
Además, en caso de que sea necesario realizar una intervención quirúrgica, el neurocirujano podrá realizarla él mismo sin tener que derivar al paciente a otro profesional, con la ventaja añadida de que conocerá de primera mano su caso por haberle tratado personalmente, y de esta forma podrá realizar la intervención necesaria en el quirófano disponiendo de información directa.
Todo dependerá también de las molestias que suframos: si tenemos una pequeña migraña, puede bastar con una visita al neurocirujano. Pero si sospechamos que puede ser un síntoma de otra patología, parece más lógico acudir directamente a un neurocirujano. En cualquier caso, lo importante no es sólo saber qué diferencia hay entre neurólogo y neurocirujano, sino encontrar un buen profesional con experiencia que sepa solucionar nuestro problema.