En nuestros objetivos de lograr un estilo de vida pleno y saludable siempre nos centramos en la alimentación y las actividades físicas. Lo que comemos y lo que hacemos es la base de nuestra salud y, por este motivo, la mayoría de los artículos que escribimos se dirigen a estos temas.
ero es importante tener en cuenta que, para conseguir un bienestar completo, también hay que obtener un buen descanso. Muchas veces nos sentimos más fatigados de lo que deberíamos y esto se debe a que nuestras horas dedicadas al sueño no cunden lo suficiente. Si crees que no descansas lo necesario por la noche y esto te impide rendir durante el día, aquí te dejamos los mejores consejos para dormir bien. ¡Te levantarás como una rosa, feliz y en plena forma!
Mantén unos horarios estables
Uno de los consejos básicos para dormir bien y para llevar un estilo de vida saludable en general es mantener unos horarios regulares. No te vamos a exigir que lleves un cronómetro y que midas al milisegundo cualquiera de tus tareas, tanto laborales como personales. Pero tampoco te recomendamos que, salvo por cuestiones obligadas, alteres tus horas de sueño de un modo considerable y frecuente01
En esto no nos referimos a la cantidad de sueño. Si lo más aconsejado para conseguir un descanso pleno es dormir entre seis y ocho horas al día (dependiendo de la edad, condición, etc.), igual de importante es que estas horas sean durante el mismo periodo del día, aproximadamente. Es decir, intenta acostarte y levantarte siempre a la misma hora, incluso los fines de semana.
Cuidado con las siestas
La siesta es una de las costumbres más tradicionales de nuestra cultura, pero no es lo mejor si se quiere dormir bien por la noche. Su razón de ser, incluso su nombre, viene de la hora a la que se hacía una pausa de las labores cotidianas (se hacía antiguamente a la sexta hora solar), aunque también tiene sus razones biológicas, ya que el cuerpo tiene síntomas de somnolencia después de comer debido al proceso digestivo.
Dependiendo de las necesidades y circunstancias de cada uno, tal vez resulte inevitable dormir un poco de siesta, pero nunca excediendo los 20 o 30 minutos de duración. En estas cantidades, puede ser muy beneficiosa para la productividad vespertina. Pero, en caso de alargarse más, sin duda alterará los tiempos de descanso y costará más dormirse por la noche.
Haz ejercicio cada día
Practicar ejercicio físico es otro de los consejos más habituales para dormir bien, sobre todo, cuando se tiene problemas para conciliar el sueño. Esto se debe a que el cuerpo responde con un mayor estado de relajación después de un esfuerzo físico, y la relajación es uno de los factores que favorece el sueño profundo.
No es necesario que el ejercicio sea extremadamente intenso ni exigente. Puede que con prácticas tan moderadas como caminar veinte o treinta minutos al día ya sea suficiente para conectar con Morfeo, y tampoco se debe hacer justo antes de ir a la cama, ya que habrá momentos posteriores al ejercicio en los que el cuerpo aún se mantenga activo.
Evita los estimulantes
Las sustancias estimulantes forman parte de nuestros hábitos en mayor o menor medida. Desde la cafeína al tabaco y el alcohol, muchas veces no nos damos cuenta de cuánto influyen en nuestro día a día y todo lo que pueden afectar a la calidad de nuestro sueño.
De nuevo, no vamos a vincular un estilo de vida completamente monacal con dormir bien, pero es cierto que todos estos hábitos están relacionados directamente con la falta de sueño. Y, en caso de tomar bebidas con cafeína o con alcohol, es mejor no consumirlas en las horas previas a irse a la cama y restringirlas a, al menos seis horas antes de acostarse.
Cena de un modo ligero
La última comida del día es importante para culminar una alimentación saludable y completa. Pero tiene que atender a unos hábitos que no dificulten la consecución de otros aspectos para la vida saludable, como es el sueño y el descanso.
Por este motivo, y para facilitar la conciliación del sueño, lo mejor es evitar las cenas copiosas y con platos pesados. Estas, aunque sabrosas y saciantes, no son las mejores aliadas de las digestiones ligeras y pueden provocar molestias estomacales que dificulten la conciliación del sueño. Añadido a esto, también es bueno distanciar un poco las horas de la cena con las de irse a la cama.
Vete a la cama cuando tengas sueño
Aunque uno de nuestros primeros consejos para dormir bien hayan sido los horarios regulares, esto no quiere decir que haya que acostarse siempre a la misma hora. De hecho, irse a la cama sin tener sueño puede resultar contraproducente, porque pasar un tiempo en la cama intentando dormir sin conseguirlo puede provocar un pequeño estado de intranquilidad o ansiedad que dificulta aún más el descanso.
Por este motivo, lo mejor es esperar a tener verdaderas ganas de dormir y, para ello, realizar alguna actividad relajante, como leer un libro, escuchar un podcast o meditar. De este modo se reduce el tiempo que se pasa en la cama sin dormir y se obtiene un sueño mucho más eficiente en términos de descanso.
Crea un entorno adecuado para dormir bien
Por último, también tienes que pensar en tu dormitorio y sus características. Lo ideal es que, para dormir bien, cuentes con una estancia preparada, en la que no haya elementos estimulantes, sino que predominen los efectos relajantes.
Además de buscar una cama cómoda, hay que conseguir una temperatura agradable y un entorno silencioso y tranquilo. Aleja todo lo que puedas cualquier cosa que te recuerde al trabajo o a otra actividad diaria y, del mismo modo, intenta no tener cerca dispositivos como las televisiones, los ordenadores, etc. De hecho, puedes incluso probar alguna experiencia más natural, como dormir en un árbol.
Referencias:
- Consejos y ayudas para dormir bien. Juan José Gálvez Galve. Medicina Naturista.
- Sueño y calidad de vida. Revista colombiana de Psicología. Universidad Nacional de Colombia.